9. Plaza General Juan Facundo Quiroga

Nada en su emplazamiento recuerda su nombre. Ni una placa, ni un busto, ni un monumento. Llamada incluso a veces plazoleta lo cierto es que la plaza General Juan Facundo Quiroga se encuentra en los Bosques de Palermo entre la plaza Almirante Ramón González Fernández y el Paseo de la Infanta y enfrente de la plaza Holanda que alberga a El Rosedal. Tampoco es particularmente pequeña: da lugar a torneos de voley para los que se marcan numerosas canchas, recitales gratuitos y la infraestructura de las maratones que se largan desde ahí.
Tampoco se trata de que no haya nada en ella que llame la atención. A dos pasos por así decirlo de la plaza Sicilia donde estuvo la quinta de Juan Manuel de Rosas enmarcada hoy por la estatua ecuestre de Urquiza en Figueroa Alcorta y el Sarmiento de Rodin en Libertador y Sarmiento, concentran, este punto de los Bosques y estas plazas, algo así como cincuenta años de la historia argentina del siglo XIX.


El Museo Eduardo Sivori dedicado al arte argentino de los siglos XX y XXI se levanta justo enfrente de la escalinata que introduce en El Rosedal a través del Puente Griego. Fue trasladado ahí, donde funcionaba una confitería llamada El Hostal del Ciervo, en 1996. En el siglo XIX la construcción original era el tambo de la quinta de Rosas.


También hay en la plaza Quiroga una torre probablemente abandonada de la Compañía Italo-Argentina de Electricidad, obra como la usina de la Boca inaugurada en 1916, del arquitecto italiano Juan Chiogna que se inspiró en el estilo neorrenacentista florentino propio del siglo XIX que a su vez remite en muchos de sus rasgos a la arquitectura de la Edad Media.


Y para completar el catálogo de instalaciones en una plaza sin nombre una imagen icónica: la Familia de Ciervos del escultor animalista francés Georges Grandet. Recordemos que esta tendencia de la escultura francesa está presente en por lo menos otras dos plazas vecinas: Intendente Seeber y Jardines de Invierno.

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