Los dementes sólo son huéspedes en la Tierra, eternos extranjeros que pasean unos decálogos rotos en los que no saben leer.
FSF.
FSF.
Esa mujer que no quiere novios, ni maridos, ni amantes, esa mujer que busca sparrings, se mueve en la oscuridad como si en rigor no esperara nada. Pero su convicción es un tejido: la tela de araña que espera su alimento para vampirizarlo.
Por eso lo visible, lo que esa mujer muestra, en un lábil merodeo que atrae, que no puede dejar de intuirse como se intuye el vértigo del abismo, las heridas de una guerra, el ahogo final, hasta que se la mata o se muere.
La muerte de una araña es siempre simbólica.
Volver a respirar para el que fue su objeto es algo concreto, algo inesperado, eso en lo que ya no se pensaba porque la asfixia ha sido lenta, progresiva, interminable, presentida de una forma incierta pero siempre fatal.
El fin es el fin del infierno. O de la locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario