89. Etcétera

I

Naught had, all's spent,
Where our desire is got without content.

(Shakespeare, Macbeth, Act 3, Scene 2)

II

El fin con la mujer que no busca hombres sino sparrings, recordemos, se produce el mismo día, a la noche, en que a él el cirujano Daniel Charles le realiza una operación en el ojo izquierdo para cerrar un agujero macular. Esa noche, poco después de la intervención, van a comer algo en un restaurante que está en la esquina de la casa de él y a ella se le ocurre, de pronto -como en general se le ocurrían las cosas que en seguida desembocaban en roces y enojos, es decir, para él, de una manera imprevisible y por lo tanto, al mismo tiempo, incomprensible-, que lean un par de trabajos que la dramaturga debe entregar dos o tres días después. Es decir, que él, con un parche en el ojo pero que le cubre casi la mitad de la cara, escuche, mientras comen, los trabajos que ella, ya, empieza a leerle. Y no es dramatizar demasiado si recordamos que él acaba de salir de una operación traumática, que sobrelleva un notable stress desde por lo menos quince días antes -cuando fue programada la intervención-, que tiene molestias en el ojo y en los alrededores del ojo todavía dormidos bajo el parche y que, si bien todo se hizo con anestesia local, él, a los efectos, fue considerablemente sedado. Entonces ella no acepta la propuesta de leer esos materiales el día siguiente y mientras él come algo escucha lo que ella lee y desliza pequeñas sugerencias de corrección o algunos comentarios. Hasta que le dice, él, que una palabra no le gusta y le sugiere otra. Entonces ella estalla: primero sigue leyendo sin contestar y cada vez más rápido y después, cuando él le sugiere que si no está de acuerdo descarte la sugerencia, ella deja de leer y dice algo más o menos ofensivo que él ya no recuerda pero sí recuerda que le dijo que lo estaba maltratando. La discusión subió de tono y por fin, cuando llegaron de vuelta a su casa, donde ella se iba a quedar a dormir para hacerle compañía, se supone, y para ayudarlo a dormir boca abajo y no girar hacia su costado izquierdo, él le dijo que se fuera. Y a pesar de los intentos de ella por descomprimir, ahora, la situación él le repitió que se fuera, le dijo que si necesitaba algo tenía a quién llamar, la agarró de un brazo, la llevó hasta el ascensor, bajaron, le abrió la puerta de calle, la cerró de inmediato y volvió al departamento. Entonces sintió, cuando cerró la puerta y se quedó solo, un alivio infinito.

III

Quiero saber de quién es mi pasado.

(Borges, All our yesterdays en La rosa profunda)

IV

Twits:

El cobarde está hecho de deseos insatisfechos.*

En la CABA hay 16.353 personas viviendo en la calle.

Las polémicas empiezan cuando se pierde la razón.

(* Idea robada en Twitter a @cuasifeliz con su consentimiento).

V

Él ahora quiere releer qué dice Norberto Bobbio sobre la vejez. Quiere releerlo ahora. Entonces sucede lo que sucede: comienza a buscar el libro y no lo encuentra por ningún lado. Sabe que lo tiene, sabe que tiene que estar, sabe que su lugar es junto a otros dos libros de Bobbio: Derecha e Izquierda y Autobiografía, pero no los encuentra. Él busca concretamente De senectute publicado en 1996, ocho años antes de la muerte del filósofo en 2004 a los 94 años.

VI

Où sont des morts les phrases familières,
L'art personnel, les âmes singulières?

(Valéry, El cementerio marino)

VII

James Joyce

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